Hay que desmitificar la creencia de que la comunicación mágicamente resuelve todos los problemas organizacionales o interpersonales y dedicarse en primer término a esclarecer si los problemas de clima o desempeño son resultante de una "mala comunicación" o de una gestión de personal deficiente, o de una combinación de ambas.
Por otra parte, también es imprescindible crear un sistema de comunicación que garantice a la alta gerencia la obtención de información sustancial, que no "esté totalmente filtrada". En este sentido cabe señalar que una buena comunicación organizacional no es resultado del azar o la suerte, sino de un diseño sistémico realizado por un "dueño" de este proceso que funciona como el sistema nervioso en el cuerpo empresarial.
Una de tantas tareas que tiene quien administra la comunicación es la diferenciar la comunicación cuyo objetivo es promover la operación eficiente, de la comunicación estratégica cuyo propósito es apoyar la adecuada toma de decisiones.
No pretendamos que la comunicación es inherente a la naturaleza humana, porque múltiples estudios han demostrado que en los negocios, el personal no tiende naturalmente a compartir información. Esto tiene lógica cuando recordamos que la información es poder y por tanto, administrar la comunicación es otra forma de distribuir el poder en la estructura organizativa.
Compáratenos tu experiencia..., ¿ actualmente trabajas en una empresa donde la comunicación esté debidamente administrada o "facilitada"?
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